La libertad financiera es un concepto acuñado por el empresario estadounidense Robert Kiyosaki y entre otras cosas, significa alcanzar la libertad financiera para vivir libremente, con la capacidad para poder mantener los gastos, sin depender de los ingresos procedentes del trabajo.
Hay grados que determinan la libertad financiera. Es fundamental ir ascendiendo en estos grados, consolidándolos hasta poder dar el salto al siguiente nivel.
Estos son los niveles, según Economipedia:
Supervivencia: es el nivel con el que se comienza el camino hacia la libertad financiera. Se da en aquellos casos en los que se depende de los ingresos del trabajo para poder subsistir. Dicho de otra manera, es cuando el trabajo permite cubrir los gastos necesarios para poder vivir (alimentación, ropa, alquiler, hipoteca). Pero para poder ascender a un nivel superior de libertad financiera es necesario incrementar la capacidad de ahorro así como conseguir nuevas fuentes de ingresos y saldar las deudas.
Estabilidad: es el siguiente paso, donde las personas ya disponen de ahorros que les permite subsistir durante un periodo de unos 6 meses. Si bien continúan dependiendo de un sueldo para poder vivir, tienen una mayor capacidad de ahorro que quienes se encuentran en el nivel de supervivencia. En este paso, las personas pueden no tener activos, pero sí comienzan a tener interés sobre ellos.
Seguridad: después del interés viene el acto, es así que en las personas empiezan a tener lugar las inversiones en inmuebles, compra y venta de acciones o apertura de pequeños negocios. En este caso, los ingresos generados por las inversiones, aún no son suficientes para sostener el coste de la vida. Es decir, que se continúa dependiendo de los ingresos fijos relacionados a un trabajo dependiente, sin embargo, el colchón financiero es superior al del nivel de estabilidad. En este punto es necesario tener una formación sobre inversiones para seguir progresando en el estilo de vida con libertad financiera.
Libertad financiera de los
ingresos pasivos
: en este punto ya no es necesario que una persona dependa de un sueldo o salario para poder seguir viviendo. Se supone que las inversiones son una importante fuente de ingresos. En este escalón, es usual que las personas tengan una formación sólida en temas financieros para que concentren sus energías en las inversiones.
Libertad financiera absoluta: se refiere al máximo grado de libertad financiera, donde los llamados ingresos pasivos son tan abundantes que cubren ampliamente el coste de la vida. Así, este excedente de ingresos puede invertirse para alcanzar rentabilidades aún mayores. La libertad financiera absoluta también es conocida como independencia financiera.
Para alcanzar la libertad financiera es recomendable seguir los siguientes pasos:
Intentar mejorar la capacidad de ahorro. Hay una creencia que enfatiza en un ahorro mínimo del 10% de los ingresos mensuales, pero evidentemente el monto deberá incrementar progresivamente para que los montos se destinen a inversiones.
La mentalidad emprendedora es vital. Contar con un ingreso extra además del sueldo fijo por el trabajo es algo que cambiará mucho el dinamismo diario. Si este emprendimiento se convierte en un negocio sólido, puede ser más interesante invertirlo, venderlo o asociarlo.
Ser perseverante, tener confianza en uno mismo y formarse en el plano financiero. Es decir, las ganas no son suficientes. Es necesario que las personas se formen en temas financieros para poder manejar términos y estrategias acorde a los objetivos.
Estar dispuesto a asumir riesgos controlados. El dinero no puede reposar en una institución financiera eternamente; las personas deben invertirlo sabiendo que puede fallar.
Ya en la práctica, hay acciones mucho más tangibles con las que se puede comenzar ya:
Invertir en un
fondo de retiro
o
jubilación privada
. Y entre más joven lo hagas, más réditos obtendrás. Para hacerlo, puedes acudir a las principales empresas de seguros que ofrecen los planes y discutir sobre montos, tiempos y beneficios.
Alquilar bienes como un
ingreso adicional
. Pueden ser departamentos o suites que permitan generar un ingreso de forma indefinida y a largo plazo.
Practicar el minimalismo. Es decir, vivir sin privaciones, pero con lo necesario. Puedes evitar gastos innecesarios como comprar artículos sin trascendencia y dejar hábitos diarios, como la compra de café o pensar en compras más inteligentes, garantizando la calidad. Por ejemplo, será más útil y más sano comprar 10 naranjas a un dólar que una gaseosa por un dólar y cincuenta centavos.
Eliminar las deudas. Haz una matriz y planifica pagos eficientes de las diferentes deudas y establece un tiempo de pago para que sea medible y certero.
Buscar nuevos ingresos. Al inicio es una buena idea que inviertas en un negocio de bajo costo y de poco riesgo.
Limitar el uso de la
tarjeta de crédito
. Establece una política de uso, tal vez para emergencias o situaciones puntuales; si la utilizas de forma regular inclínate por el pago corriente.
